1) ¿Qué significa repensar el Siglo XIX? ¿Por qué repensarlo? ¿Por qué se dice que fue un siglo pensado de manera distorsionada y al mismo tiempo por qué puede brindar nuevas claves para interpretar el presente?
Desde mi perspectiva del pensamiento crítico, considero que en mi caso de ser un intelectual chileno que estudia las ideas latinoamericanas contemporáneas, me parece que los inicios del siglo XIX fue relevante en cuanto que entrega las ideas claves desde las que se han pensado el proyecto desde el que ha sido pensada la sociedad emergente, la construcción del estado, y el proyecto de una nación. Estas ideas fueron ciertamente asumidos en Chile y en otras partes de América siguiendo en buena parte los ideales críticos de la ilustración y de la revolución francesa, con su trilogía de la egalité, fraternité y liberté. Estos tres valores claves en el avance de las ideas políticas modernas no fueron asumidos más que en parte por nuestras elites decimonónicas, ideales mas bien declamados que exigidos. Basta sólo mirar los diversos idearios socio-políticos y culturales de los más diversos movimientos alternativos de nuestros países, para constatar el permanente reclamo por estas exigencias de alcanzar los baremos de la modernidad social, económica y política. Se trata de repensar a partir de estas ideas del siglo XIX un continente que en la actualidad produce una enorme riqueza, y que a la vez en el conjunto mundial, es uno de los más desiguales. Se trata de recoger el cúmulo de ideas decimonónicas no para desecharlas, sino para demostrar las profundas deudas que tenemos con los gestores de dichas ideas, de considerar las limitaciones de una patria que buscaba un ethos común, pero donde hay muchísimas fracturas, y heridas de una construcción parcial, elitista, monocultural y desarmónica de nuestra sociedad actual. Nos entrega claves poderosos pues basta sólo considerar lo ejes nucleadores de esos discursos de la época, y veremos que la mayor parte de ellos son actuales, porque nos obligan a repensar lo que no se quiso pensar, y por qué no se logró…ni en el siglo XIX ni en el XX… y quedan como nuevas exigencias para este siglo XXI.
2) ¿Podría mencionar algunas de estas claves?
Las claves más interesantes tienen que ver con un planteamiento valórico ético-político acerca de la autonomía, la independencia, la libertad, la dignidad, el respeto de sí, etc.
3) ¿Cómo toma contacto con la obra de Roig? ¿Qué podría comentar sobre los aportes de filósofo mendocino?
Arturo Andrés Roig ha hecho aportes significativos a una crítica del pensamiento latinoamericano. Conocí de él algunos de sus escritos en los inicios de la dictadura militar chilena, cuando nos llegaban ecos de la reflexión filosófica que se hacía en Mendoza, los militares chilenos se ensañaban quemando nuestros libros, revistas y emblemas de un pensamiento social y político. Los jóvenes de ese momento, leíamos con mucho entusiasmo todos los debates acerca del pensamiento crítico, de la discusión acerca de la ideología, y de las ideas de un pensar crítico latinoamericano. Este trabajo de Arturo Andrés Roig ha sido señero para varias generaciones que han visto en él un notable estudioso de las ideas, un pensador de temple que asume el desafío de pensar con rigor una “moral de la emergencia”, crítico implacable no sólo de las ideas sesgadas, sino de las prácticas propias de una “eticidad del poder”. Su obra es hoy leída en muchos cursos de pensamiento latinoamericano. En una obra que tuve el privilegio de compilar, él hizo la categoría de “Historia de las ideas”, y en mi Etica Intercultural, le consagro varias páginas a su planteo ético como paradigma de una hermenéutica crítica.
4) ¿Por qué pensar conjuntamente América Latina y Francia? ¿Cómo es posible esta tarea en común?
El legado filosófico francés es relevante para pensar buena parte del proyecto de la modernidad y de las exigencias de la visión libertadora de la revolución francesa. Muchos de nuestros intelectuales fueron formados definitivamente a partir de la filosofía surgida de la Francia post-revolucionaria, no es posible pensar una buena parte de nuestra historia de las ideas, sin los grandes aportes de la Ideología, del positivismo, del liberalismo social, del catolicismo, etc.
Coloquio Internacional 